
Los hermanos Anairis y Adairis Miranda y Fidel Batista Leyva, prisioneros por su activismo contra el régimen en Holguín, se encuentran hospitalizados en la provincia. A pesar de encontrarse en una delicada situación de salud tras 25 días en huelga, permanecen esposados, según denunció Maydolis Leyva Portelles.
«Ayer (jueves) en la tarde, la jefa de la sección de mujeres de Prisiones, la mayor Dailí, me llevó al Hospital Clínico Quirúrgico para que me entrevistara con ella y el médico que está atendiendo a mi hija Adairis. Cuando llegamos allí, como en dos ocasiones anteriores, fuimos para la dirección del hospital», relató Leyva a DIARIO DE CUBA.
«Cuando entramos habían muchos altos jefes del MININT uniformados. Estaban el director del Clínico, la vicedirectora jefa de Atención al Paciente Grave del hospital Lenin, donde tienen a Anairis, una psicóloga. Estaban muy rabiosos, furiosos, pretendían entre todos obligarme a que yo les firmara un documento de autorización al personal médico y al MININT para darle atención médica y alimentación forzada a mis hijos», añadió.
«Yo les dije que no. No voy a permitir que ellos terminen de reprimir a mis hijos, yo los quiero con la vida, pero respeto su criterio, les dije que eran personas de inteligencia normal, adultos, y que habían tomado esa determinación de plantarse en huelga de hambre en prisión, en familia. Yo me comprometí a respetar esa decisión, a apoyarlos», explicó.
Leyva señaló que varios agentes del régimen la llamaron «mala madre». Sin embargo, ella responsabilizó a «la dictadura de Raúl Castro» de lo que sucediera a sus hijos.
«El jefe de enfrentamiento de la Seguridad del Estado aquí en Holguín, Félix Agüero, me mandó a decir a mis hijos y a mí (cuando tuvimos el juicio) que él ya tenía preparados los tres cajones fúnebres para el día en que murieran, y que ellos ya tenían la caja de cerveza guardada para tomársela ese día», relató.
Denunció que su hijo Fidel Manuel Batista Leyva está en estos momentos en la sala de penados del hospital Lenin esposado pese a su estado de salud.
«Mi hijo me pidió a través de una ventanita un par de medias para cubrir unas heridas que le han hecho los grilletes en los tobillos. Me sacaron de allí a la fuerza», lamentó.
Las condiciones de Adairis son las más preocupantes.
«No me quieren decir su peso. Ella entró a la prisión el día 7 de marzo con 33 kilogramos y ya lleva 25 días en esta situación, imagínate en cuánto estará ahora. Así la tenían en terapia intermedia esposada a la cama y con grilletes en los pies y la cadena desde la cintura», describió.
«Eso es una canallada. A Fidel Castro nunca le pusieron grilletes. Raúl Castro no quiere darle la libertad a mis hijos aún con toda la campaña que hay. Mi hijo tiene 33 años, es un joven, no tiene ni siquiera hijos. Las gemelas, 27. Raúl Castro está empeñado en truncarles la vida. Si mis hijos mueren no será por la huelga de hambre sino por culpa de Raúl Castro», condenó.
«No me dejan ver a mis hijos, ni pasarles la mano, ni darles un beso, ni decirles Dios te bendiga. Los demás pacientes, hasta los pacientes graves, tienen cinco minutos en el día para que sus familiares estén con ellos. A mí no me lo permiten, es una tortura constante», concluyó.
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