La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela emitió hoy una sentencia estableciendo que asumirá las competencias parlamentarias de la Asamblea Nacional, dominada por la oposición.
Desde hace tiempo el TSJ es un mero brazo del poder ejecutivo o presidencia. De esta manera, el régimen de Nicolás Maduro consuma un Golpe de Estado que venía consolidándose por etapas en Venezuela. Ahora, el país oficializa una dictadura ya institucionalizada.
El TSJ había declarado en desacato al legislativo (Asamblea Nacional) a inicios de año debido a la juramentación de tres diputados opositores cuya elección fuera suspendida por un supuesto “fraude”.
Ya el propio TSJ había dejado recientemente sin inmunidad a los asambleístas opositores, permitiendo que se pudiera enjuiciarlos incluso por “delitos militares”.
La decisión se produce en momentos en que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) debate la crisis de ese país petrolero.
20 países miembros firmaron ayer una iniciativa de la OEA que pide la liberación de los prisioneros políticos, elecciones libres, garantía de libertades individuales, restauración de derechos civiles y un canal operativo de ayuda humanitaria para la población venezolana.
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