
El régimen comparó el debate del martes en la OEA sobre la situación actual en Venezuela con la «conjura en su contra» que en 1962 —dijo— tuvo lugar en la organización regional, a la que calificó de «Ministerio de las Colonias».
En un comunicado oficial emitido por el MINREX y que replican los medios oficiales, el Gobierno cubano defendió a su aliado, al que aplaudió por haber librado una batalla «por principios, en contra de las intenciones imperiales y oligárquicas de truncar su derecho a emanciparse, ejercer su soberanía y darse el sistema político, económico, social y cultural que libremente elija».
Acusó a la OEA de ser «la misma que endosó agresiones e intervenciones militares».
Según La Habana «es la que ha guardado cómplice silencio ante graves violaciones democráticas y de derechos humanos en todo el hemisferio, que incluyen, entre otras, golpes de Estado, desapariciones de personas, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos de estudiantes, periodistas y líderes sociales; desplazamientos forzados causados por la pobreza y la violencia; muros, deportaciones, comercio desigual, contaminación medioambiental, narcotráfico y agresiones culturales».
Para el régimen, la organización «vuelve a cometer los mismos errores» de cuando fue expulsado en 1962 y habla de que «nuevamente funcionaron las intensas presiones y chantajes» sobre un grupo de países que, aunque no los mencionó, sí los criticó por «preferir hincarse y someterse, a enfrentar al gigante de las siete leguas».
Aunque tampoco citó el nombre de Marco Rubio directamente, lo acusó de encarnar «el papel de verdugo» y lo llamó «aspirante perdedor al trono del imperio».
En su declaración, el Gobierno cargó otra vez contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien volvió a colocar «al servicio de los centros de poder».
En opinión del Gobierno «se demostró que Venezuela no está sola» y aplaudió a aquellos países que «se pusieron del lado de la verdad, la razón y la justicia» y respaldaron «la Revolución Bolivariana y chavista que dirige el indoblegable presidente Nicolás Maduro Moros».
La Habana fue excluida de la OEA en enero de 1962 en medio de la Guerra Fría. En 2009, la organización levantó la suspensión que pesaba sobre el Gobierno y abrió la puerta a su eventual reincorporación del organismo.
Sin embargo, desde entonces el régimen no ha dado mayores muestras de tener interés en volver a la OEA. Por el contrario, la ataca cada vez que existe la coyuntura para hacerlo.
En febrero Almagro consideró que el país «no estaba listo» para volver al organismo. Entonces el régimen le negó la entrada a la Isla donde recibiría un premio en memoria del líder opositor Oswaldo Payá, fallecido en 2012.
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