
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, celebró el acuerdo al que llegaron el martes los países miembros de la organización en torno a Venezuela y lo consideró un «paso gigantesco» en el compromiso de la región con la democracia en el país caribeño.
Caracas se enfrentó el martes a una mayoría de países en la Organización de Estados Americanos (OEA), determinados a acordar «soluciones diplomáticas» para mediar en la crisis política y social del país pese al rechazo frontal del Gobierno de Niolás Maduro.
Veinte países de los 34 miembros activos de la OEA consensuaron una declaración conjunta en la que se comprometen a concretar una hoja de ruta «en el menor plazo posible» para «apoyar el funcionamiento a la democracia y el respeto al Estado de Derecho» en Venezuela.
«Los pasos dados son gigantescos: 20 Países de la @OEA_Oficial han demostrado compromiso en asumir agenda democrática en #Venezuela», escribió Almagro en su cuenta de la red social Twitter.
En la sesión del martes Samuel Moncada, el nuevo embajador de Caracas ante la OEA, cargó contra los gobiernos que se pronunciaron sobre la crisis en el país.
«Venezuela necesita un grupo de la OEA como México necesita el muro», le espetó Moncada, en referencia al muro que ha ordenado construir el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la frontera con México y que ha abierto una crisis sin precedentes entre ambas naciones vecinas.
Esa fue solo una de las duras críticas que Moncada fue lanzando país por país después de oír las intervenciones de todos los Estados sobre Venezuela, un repaso que no pudo continuar porque varios países, entre ellos México y Canadá, pidieron a la Presidencia de turno del Consejo (Belice) que cerrara la sesión, reportó EFE.
De Alba fue el más contundente al levantarse de su asiento y decir que, si Venezuela no cesaba en sus ataques a los países, él abandonaría la sala, algo que aplaudieron numerosas delegaciones.
Tras la sesión, De Alba declinó responder a Moncada sobre el muro, pero la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, sí se refirió al tema en una rueda de prensa en la OEA.
«México tendrá que ver por qué se siente ofendido, nosotros nos solidarizamos con el muro, dijimos que era un muro a toda Latinoamérica», defendió la canciller, que el lunes ya expuso en otro Consejo Permanente su total rechazo al «intervencionismo» de los países de la OEA en los «asuntos internos» de su país.
Venezuela, y sus grandes aliados Bolivia y Nicaragua, argumentan que en varios países del continente hay violaciones de derechos humanos y de la democracia a las que no se les presta atención en el organismo.
Moncada, en sus dardos a los países que firmaron el texto sobre Venezuela, criticó que el Gobierno de Brasil «sea fruto de un golpe de Estado» y emplazó a Colombia a «parar la producción de cocaína» si de verdad quiere ayudar a Venezuela.
Ambas partes, tanto Venezuela como los países que quieren mediar en sus crisis, dejaron claro que la sesión de hoy solo es el principio de un pulso en el que ninguno de los dos lados está dispuesto a ceder.
Venezuela ha pedido ya varias sesiones en la OEA, una para evaluar la actitud «ilegal» del secretario general, Luis Almagro, quien celebró el «clamor continental de Alaska a Tierra del Fuego» respecto a la situación venezolana.
Las otras reuniones solicitadas por Venezuela serán sobre «los acuerdos de paz en Colombia», «la inmigración latinoamericana en Estados Unidos y el muro» y «la afectación del cambio climático a los países insulares».
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