
Seis personas más conviven junto con Roy en las peores condiciones
Por Mario Hechavarria Driggs/ HABLEMOS PRESS
LA HABANA.- José Luis Roy se encuentra viviendo en las ruinas del cine “Neptuno”, situado en La Habana luego que fuera deportado a la isla por las autoridades de México.
Roy de 48 años, relata que viajó a Guyana a finales de junio del 2016. El pasaje hasta allí le costó 800 dólares. Posteriormente emprendió un azaroso tránsito que continuo por Centroamérica. Pretendía cruzar la frontera de México y llegar a los Estados Unidos de América, donde vive su familia.
“Para hacer el viaje, vendí mi casa en el municipio Centro Habana. Recibí 20, 000.00 CUC (pesos convertibles). Luego cambié ese dinero por dólares americanos.
“Al llegar a Cancún, México, me encontré con dos cubanos que tenían el mismo propósito que yo. Juntos iniciamos el viaje por carretera hacia el ansiado norte”, relata Roy-. “Muy próximos a la frontera de Estados Unidos, nos detuvo un auto patrullero. Al identificarnos, los agentes nos pidieron todo el dinero que traíamos o nos mataban. Nos condujeron a una casa y frente a nosotros se repartieron el dinero que nos robaron. En ese lugar me enteré por ellos mismos que habían matado a dos cubanos por no tener dinero encima. De ahí nos llevaron a Emigración y fuimos deportados a Cuba”.
Expresa Roy que al llegar a Cuba, las autoridades de Emigración le dijeron que tenía que presentarse en la Oficina Municipal del Carnet de Identidad y que no contara su historia porque nadie le iba a creer.
“En la Oficina Municipal me atendió un oficial llamado Yosvani. Me entregó el Carnet de Identidad y un documento para solicitar un albergue, porque no tenía donde vivir”, dijo.
“Fui al Poder Popular. Me atendió una funcionaria llamada María Cueto. Me dijo que no tenía donde albergarme. Estaban desbordados de casos de personas sin casa”, confirmó.
“Me dijo que me buscara un “hueco por ahí” y que pasara todos los lunes por su oficina, para ver si “había algo”. Eso fue el año pasado, todavía no me han resuelto nada”, se lamentó Roy.
En las ruinas del cine “Neptuno” hay seis personas que conviven junto con Roy en las peores condiciones.
“Lo único que tenemos es agua. La comida hay que conseguirla en la calle. Muchas veces pasamos la noche con un pedazo de pan y un vaso de agua con azúcar”, asegura Aurelio Fernández Rivalta, otro sin hogar.
Aurelio y su esposa Martha utilizan la antigua sala de proyección del cine para dormir.
“El edificio donde vivíamos se derrumbó a principios de año. Aquí llevamos dos meses. Los albergues están repletos y no hay nadie que te ayude”, declaró Fernández Rivalta.
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