
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) planea incrementar las contrataciones de deportistas cubanos en el exterior, pero siempre de acuerdo con sus intereses, aclaró su director jurídico, Ramiro Domínguez.
Domínguez dijo que la política de contratar atletas cubanos en ligas foráneas se ha fortalecido desde su inicio en 2013, y el pasado año cerró con la firma de 61 contratos en diferentes disciplinas, reportó la agencia estatal Prensa Latina.
El funcionario añadió que a finales de 2016 había entre 200 y 300 deportistas insertados de manera temporal en torneos, bases de entrenamiento o ligas en el exterior. El reporte de PL no explicó a qué se debe el amplio rango de imprecisión del dato.
«Cuando comenzó el proceso teníamos muy poca experiencia, pero logramos dar un salto en el año 2015 y pensamos que todas las cifras se incrementen, siempre de acuerdo con nuestros objetivos», dijo Domínguez.
Agregó que es «prioridad para el INDER» —que monopoliza de la representación de los atletas y las ganancias por ello— que estos «eleven su preparación técnica, rocen con los mejores en sus respectivas disciplinas e incrementen sus resultados».
«Además, se pretende elevar el nivel de preparación de los entrenadores y mejorar las condiciones de vida de todos los implicados y sus familiares, para de alguna manera contrarrestar el robo de talentos», afirmo Domínguez.
La falta de expectativas económicas, las malas condiciones de entrenamiento, la burocracia y las presiones políticas están entre las causas de la fuga masiva que ha mellado el deporte cubano en las últimas décadas.
Domínguez indicó que, para acceder a un contrato, el deportista cubano «debe tener un adecuado comportamiento social, buenos resultados docentes y deportivos, ser de interés para su Federación nacional y recibir la autorización del país donde actuaría».
El Gobierno es con frecuencia ambiguo en sus requisitos. El funcionario no aclaró qué quiere decir «adecuado comportamiento social».
«Por nuestra parte, evaluamos las condiciones de vida del atleta en el club donde jugaría, el derecho de representar a Cuba cuando se le solicite y su seguridad, incluyendo la llamada segunda opinión médica en caso de lesión o molestia», afirmó Domínguez.
El funcionario justificó que «el dinero recaudado por la Federación no es para satisfacer caprichos personales, sino destinado a solucionar problemas de la propia disciplina».
«Una de nuestras principales metas es evitar que el atleta sea tratado como mercancía», afirmó. Agregó que cada atleta contratado sale de Cuba «consciente de sus obligaciones contractuales y tributarias».
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