La Ley de Ajuste Cubano vive

El 12 de enero del 2017 un alto funcionario de la Casa Blanca dio la fulminante noticia que ponía fin a la orden ejecutiva del presidente Clinton (1996) conocida como “Pies secos, pies mojados”. La cancelación fue sorpresiva y entró en efecto a las 4 PM de ese día. El impacto fue devastador.La orden de “Pies secos, pies mojados” autorizaba a los funcionarios de inmigración a recibir a los cubanos que llegaban sin visas, a quedarse en los Estados Unidos, bajo palabra (parole). Esa puerta de esperanza y libertad se ha cerrado. El presidente Obama, ocho días antes de entregar la presidencia, canceló esta indulgencia migratoria. Fue su última concesión a Raúl Castro.Miles de cubanos, en su mayoría jóvenes, fueron sorprendidos en el peligroso camino a los Estados Unidos. Allí se están viviendo jornadas diarias de terribles sufrimientos, mitad desesperación y mitad sueños rotos. Crónicas de nuestros tiempos, pero también historias de la vieja y amarga tragedia de Cuba.En medio de las variadas y en ocasiones confusas explicaciones del impacto de la orden presidencial se marginó el hecho de que la Ley de Ajuste Cubano está vigente y sigue siendo de gran ayuda para facilitar el proceso migratorio de los cubanos en Estados Unidos.La Ley de Ajuste Cubano (Cuban Adjustment Act), Ley 89-732 fue aprobada en noviembre de 1966 por el Congreso y firmada por el presidente Lyndon Johnson. Esta ley ofrece a los cubanos, sus cónyuges y sus hijos menores de edad, el derecho de quedarse legalmente en Estados Unidos, y ajustar su estatus migratorio al año y un día, solicitando la tarjeta verde (residencia permanente), con acceso en 5 años a la ciudadanía. El requisito esencial es entrar en los Estados Unidos con una visa válida. En la isla está vigente la “lotería de visas” que se otorga a 20,000 cubanos todos los años y proporciona los derechos migratorios que da la Ley de Ajuste Cubano.Además, cada año vienen personas a Estados Unidos buscando asilo. Los cubanos tienen esta opción. La petición de asilo exige que las personas demuestren haber sufrido un alto y sostenido nivel de hostigamiento y tener miedo de persecución por su raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social particular.Es importante reiterar que el proceso de asilo en EEUU es complejo dado que se debe probar con evidencias claras, directas, específicas y verificables que existe un temor real de persecución o tortura si la persona es deportada. De ser negativa la decisión pudiera ser apelada a un juez de inmigración. Al final, si se rechaza la petición de asilo, la persona entraría en la lista de deportación.Es evidente que los hijos de la revolución quieren irse del “paraíso”. Aquí los espera el milagro de una de las inmigraciones más exitosas en la historia de EEUU. En efecto, el exilio cubano gestionó esta extraordinaria legislación, que hoy sigue al servicio de los que sueñan un renacer en libertad. Sí, la Ley de Ajuste Cubano vive.Investigador senior del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami.
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