
Por Luis Jaime Acosta y Julia Symmes Cobb
BOGOTÁ, 10 jun (Reuters) – El candidato izquierdista a la
presidencia de Colombia, Gustavo Petro, confió el viernes en
ganar el balotaje del 19 de junio frente al empresario Rodolfo
Hernández mostrando su lado humano y anunció que una vez elegido
invitará a sus detractores a dialogar para construir acuerdos y
evitar un estallido social.
Petro, un antiguo militante de la guerrilla del M-19 y
exalcalde de Bogotá, busca por tercera vez la presidencia de
Colombia con la promesa de hacer profundos cambios económicos y
sociales para reducir la pobreza y las desigualdades en el país
de 50 millones de habitantes.
El candidato del Pacto Histórico, un economista de 62 años,
enfrentará el 19 de junio en un balotaje a Hernández, un
septuagenario empresario de la construcción que se presenta como
independiente y que sorprendió al pasar a la segunda vuelta con
su fuerte discurso contra la corrupción, cautivando a los
electores a través de mensajes en la red social TikTok.
Los dos candidatos a la presidencia de Colombia se
encuentran en un empate técnico, según reveló el viernes una
encuesta de Inmaver.
«Quisiera invitarlos (a mis rivales políticos) a que
inmediatamente me posesione, a dialogar, a establecer un canal
de concertaciones para las reformas democráticas que Colombia
necesita para que no estalle», dijo Petro en una entrevista con
Reuters en la sala de su apartamento en el norte de Bogotá.
«Si no hay esas reformas, si no hay un pacto histórico,
incluso invitando a la contraparte política, pues el país
termina estallando y yo quiero evitar ese camino», afirmó al
explicar que los acuerdos deben combatir la pobreza que afecta a
casi la mitad de la población. «El hambre no da espera».
Colombia enfrentó en 2021 una escalada de manifestaciones y
protestas antigubernamentales en reclamo de mejores condiciones
económicas y sociales para la mayoría de la población.
Algunas de las iniciativas de Petro, como suspender nuevos
contratos de exploración de petróleo, reformar el sistema
pensional, acabar con exenciones tributarias y elevar los
impuestos a los más ricos preocupa a los mercados y a
empresarios.
El candidato de izquierda, quien como congresista ganó
protagonismo al revelar vínculos de políticos y militares con
los escuadrones paramilitares de derecha, se comprometió en la
actual campaña a no expropiar a nadie y a cumplir su periodo de
cuatro años si es elegido.
Petro reconoció que para la segunda vuelta su campaña se ha
enfocado en «disminuir miedos» y en presentar otra cara para
reducir la imagen de caudillo y soberbio con la que es percibido
por un sector de la población y de los electores, en parte por
sus manifestaciones en plaza pública con fuertes medidas de
seguridad que incluyeron escudos blindados y chaleco antibalas.
Mientras que Petro denunció antes de la primera vuelta un
plan de una banda criminal para atentar contra su vida y canceló
una gira por la región cafetera del país por razones de
seguridad, Hernández dijo el jueves que su vida estaba en riesgo
y que le habían advertido de un plan para matarlo a cuchillo.
«Si propongo una Colombia humana pues la estrategia debe ser
más humana», afirmó al asegurar que su rival Hernández, de quien
dijo hace campaña desde su casa en pijama, comenzó a perder
apoyo de los electores que empiezan a conocerlo y se van
arrepintiendo.
Agricultura, turismo y cannabis
Petro aseguró que su primera prioridad si gana la
presidencia será combatir el hambre, especialmente entre los
niños.
El candidato izquierdista se comprometió a impulsar la
agricultura, el turismo y la producción legal de cannabis como
motores de desarrollo económico para reemplazar gradualmente el
petróleo y el carbón, los dos principales productos de
exportación del país e importantes fuentes de ingresos por
impuestos y regalías.
«En el mediano plazo lo que nos proponemos es soberanía
alimentaria, soberanía energética sobre las energías limpias, un
proceso que nos desconecte de la economía que yo llamo fósil,
carbón y petróleo, y nos conecte a la agricultura y a una
política de industrialización», explicó.
Petro, quien ganó la primera vuelta de la elección con un
40,3% de los votos, dijo que en su eventual gobierno respetará
los contratos de petróleo y minería ya firmados, incluidos para
exploración, pero no suscribirá nuevos.
El político anunció que buscará una negociación de paz con
la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a partir
de unos protocolos que firmó el gobierno del expresidente Juan
Manuel Santos, mientras que aplicará el acuerdo de paz de 2016 a
los disidentes de las FARC que regresaron a la lucha armada para
«desactivar parcialmente» su participación en el conflicto.
Frente a las bandas criminales vinculadas activamente con el
narcotráfico, como el Clan del Golfo, propuso un proceso de
sometimiento, mientras descartó utilizar la fumigación aérea con
glifosato sobre los cultivos de coca y la erradicación forzada
para combatir la producción y el tráfico de cocaína.
A cambio se declaró partidario de impulsar planes
voluntarios de erradicación y programas de producción agrícola
entregando tierra productiva a los campesinos.
Pese a un acuerdo de paz que permitió a unos 13.000
integrantes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) abandonar la lucha armada y
conformar un partido político, el país aún enfrenta un conflicto
armado interno de casi seis décadas que ha dejado 260.000
muertos.
El candidato dijo que espera que la Registraduría Nacional,
a la que criticó por fallas en el conteo de votos durante los
comicios legislativos de marzo, garantice una elección
transparente.
«Si tenemos evidencia de fraude nos toca decírselo al país,
habría un mecanismo que es contar voto por voto, como se hace en
muchos otros países, pero espero que la Registraduría tome los
controles suficientes para que no exista fraude», declaró.
Petro aseguró que en su gobierno reconstruirá relaciones
diplomáticas con Venezuela, especialmente para aprovechar nuevos
ingresos de ese país, que crearían un mercado para las
exportaciones colombianas.
También dijo que apoyaría un diálogo social y político entre
el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición para
superar la crisis en la nación petrolera.
«Lo que si haríamos es ayudar a que el diálogo social y
político en Venezuela se efectúe, porque al final los problemas
de Venezuela los resuelven son los venezolanos, ellos deben
firmar un pacto democrático al cual ayudamos, pero no
determinamos», concluyó Petro.
(Reporte de Luis Jaime Acosta y Julia Symmes Cobb, editado por
Nelson Bocanegra)